Cartas al viento
el viento siempre ha sido amigo, y mis cartas siempre han llegado a él.
martes, 22 de enero de 2013
Confieso
Confieso, y asumo que antes he mentido. Y si por un acto de irracionalidad mi actuar se viera coartado. Mi confesión daría paso a la creencia de que partes de mis palabras y acciones estuviesen teñidas de mentiras o verdades mejores dichas...
Una mentira encubierta, una confesión mal hecha.
Confieso sobre tu cuerpo, sobre la sonrisa esquiva y tus grandes ojos marinos. Confieso sobre tu inteligencia y sensual individualidad selectiva...
Confieso mi sed de posesión poética y pasión anónima; confieso sobre mi mente en caos y el primitivo de los deseos.
La tinta se me escapa entre palabras, la sangre corre viva por mis venas, y dibujo y escribo con lápiz ligero.
Confieso por sobré todo la prisión que de tu existencia, mi pluma y hoja te hacen imaginaria e idílica, imposible musa de mil sueños masculinos y diez mil conversaciones ocultas y envidias siempre femeninas.
domingo, 20 de enero de 2013
no tengo planeado irme
Espejos Paralelos
domingo, 19 de octubre de 2008
¿He de compararte con el leve y dulce rocío de primavera, que aún prisionero de mis sueños, puedo encontrar en ti, cada posible escape, cada posible fantasia?, ¿He de sobrellevar tu belleza como una dádiva divina, un regalo otrogado sólo para aquellos preparados para recibirlos?
Pues bendito por el cielo ¡Bendito como ningun otro! y es en esta bendición que toda posibilidad de amar, de encontrar en cada espacio tu nombre, tu cuerpo... ¡Que la envidiosa noche, que cada solitaria estrella, que toda escarcha en un cielo pulcro y divino, os llame no solo por tu nombre, sino que tome de tu vida un ejemplo de belleza!
¿He de amarte como ningún hombre ha pisado esta tierra?, ¿Cómo sólo en mis pensamientos, como sólo en mi amplia mente tu nombre impregna de aroma en ella?
Dulce, hermosa... quien más que tú otorga significado a palabras tan familiares, ¡Buscad un diccionario! ¡Buscad enciclopedias! porque es desde este momento que no existe en esta vida, que ni en mil páginas de sinónimos, haran honor a tu nombre, a ti... a ti como la más bella!
jueves, 3 de abril de 2008
Eres nada
Fue de mi cielo, única estrella
Robada de la noche por cupido
Del averno única flor fue ella
Un todo del imposible herido
Llevaba en una de sus manos
Un arma por años deteriorada
Un triste lamento en la mirada
Hizo que la deseara en vano
Con flecha esquiva, mas aun certera
Tensó al aire palabras sufridas
Anclando deseo a nuestras vidas
Que ahogaron efímera espera
Fuiste del cuerpo aliento de vida
De mi poesía eras la elegida
De mi alma fuiste viva amada
Y hoy de mis días… de mis días…
..Eres nada.
miércoles, 2 de abril de 2008
Querida:
¿Estarás ahí esperando en las puertas del mañana, cuando cierre mis ojos para siempre; o revivirás desde el caos en mi mente, donde estamos ligados por la eternidad? Y es en este pensamiento vago y perdido, donde la añoranza más pura de desear permanecer contigo, una duda se hace presente ¿Es acaso en el tierno roció del amanecer de primavera qué mis rosas marchitas serán triste testimonio de vuestro fallecimiento, y con ellas mis lágrimas suicidas arrojadas al vació, tan sólo un sacrificio perenne? ¡ah largo tiempo tu ausencia ha quebrado mis palabras! Tanto así que en ellas el silencio a vencido, ¡Oh dulce amada, nunca mi lecho fue más solitario, nunca mis sabanas tan vacías; sólo quieta paz en mi cama!
¡La triste luna, la solitaria estrella! aquel firmamento entristecido de temor y sufrimiento; un pesar acongojado ¡El Lamento Incluso! ¡Oh dulce amada, arrebataste del placer la vendimia, ni el vino, sangre de mi tierra, llena de vida esta botella!
Es del camino un rosal maldito, tortuoso e hiriente; se enredan las ideas, la mente divaga y pierdo el hilo de mis sentimientos. Oculto y olvidado dejas a un lado la senda blanquecina ¡Todos es oscuro, todo es innecesario!
jueves, 27 de marzo de 2008
Exigencias:
Creo haber sido muy claro, no hubo mascaras en mis palabras, no usé algún tipo de escondite, no cambie de tono, ni siquiera le acompañe un ademán de manos. Fui transparente, tan claro como me fue posible serlo. Por supuesto que adorne mis palabras, les di color a sus mejillas, las vestí con ropas de seda, pero todas y cada una de ellas iban pulcras, paralelas y directas. Lo se porque yo mismo las dije porque de mis labios brotaron. Las tuve en mi mente por largo tiempo, comenzaron incipientes y vagas, recorrieron verdades, mentiras y estafas. Se encontraron con mis ideas danzando toda la noche con ellas.
Quizás se encontraban un tanto mareadas (Un viaje así, cansa a cualquiera) ¡Tal vez fue eso! Quizás no me di cuenta, por mucho que quisiera, cada una de ellas se encontraba teñida ¿Cómo pude ser tan tonto? ¿Cómo pude ser tan ingenuo?...
Ahora lo entiendo, ahora lo comprendo, ¡Maldita Cabeza, vil embustera! ¿Cómo pudiste engañarlas? ¿Cómo traicionaste mis palabras? ¡Ya lo decían con permiso! ¡Ya lo mencionaban en los libros!
Y ahora que es tarde, ahora que cada sol se esconde más temprano, que cada estrella reniega la noche ¡Ahora que mis latidos mueren en silencio! Ahora…
Ahora no hay nada, ni arrepentimientos, ni perdones ¡Guárdate tus canciones!, porque en sus coros encuentro más de ellas y hoy vuelven enloquecidas arrancando de vuelta.
¡Quien fuera culpable de adornar tu belleza! ¡Quien fuera cómplice del viento, que al rozar tus labios, un beso mío él te diera! Aquel fui yo, un triste embustero, un alegre camarada, un enamorado en celo, ¡La estaca en tu cama!... y ahora en cada palabra maltrecha, se esconden mil dagas traicioneras, dagas que una a una cayeron en mi espalda… y la sangre blanquecina e imaginaria llenaba tus manos ¡Dulces manos victoriosas que algún día consolaron a mi cuerpo!
¡Asesina, Asesina! Por cada palabra dicha mil saetas dirigidas, por cada pétalo de rosa: Cien promesas por siempre rotas!
Y hoy en mi silencio aún me persiguen, aún siguen dando vueltas… esperando ilusamente que algún día te comieras tu orgullo, y asi finalmente pidieses: perdón de nuevo.