martes, 22 de enero de 2013

Confieso

Confieso, un momento de serenidad. Y si la palabra de por si tuviese sentido complejo, pero sentido al fin y al cabo.
Confieso, y asumo que antes he mentido. Y si por un acto de irracionalidad mi actuar se viera coartado. Mi confesión daría paso a la creencia de que partes de mis palabras y acciones estuviesen teñidas de mentiras o verdades mejores dichas...
Una mentira encubierta, una confesión mal hecha.
Confieso sobre tu cuerpo, sobre la sonrisa esquiva y tus grandes ojos marinos. Confieso sobre tu inteligencia y sensual individualidad selectiva...

Confieso mi sed de posesión poética y pasión anónima; confieso sobre mi mente en caos y el primitivo de los deseos.

La tinta se me escapa entre palabras, la sangre corre viva por mis venas, y dibujo y escribo con lápiz ligero.

Confieso por sobré todo la prisión que de tu existencia, mi pluma y hoja te hacen imaginaria e idílica, imposible musa de mil sueños masculinos y diez mil conversaciones ocultas y envidias siempre femeninas.


domingo, 20 de enero de 2013

no tengo planeado irme

Una vez alguien me dijo que la gente buena no dura mucho tiempo en la tierra, acto seguido me miro casi con lágrimas en sus ojos, me tomo la mano y luego dijo: No se te ocurre irte antes de tiempo... antes de tiempo es una buena forma de terminar una historia, y si bien me considero una buena persona, el fin siempre me ha tomado con un poco de temor. No es que tenga planeado irme temprano, ni mucho menos dejar cosas inconclusas, si de algo me jacto es de tener muy buen trato con el de arriba, pero no puedo dejar de pensar... No quisiera ser solo un obstaculo al soplo del viento en esta vida, perdurar... perdurar por sobre mi nombre, y dejar algo en esta tierra, de forma egoista quiero ser más de lo que puedo llegar a ser. Para mi, para los otros. Soy amigo del viento, porque se que cuando me vaya muchas de mis palabras iran con el de un lado a otro. No tengo planeado irme por largo largo tiempo, pero si el final se adelanta, antes de tiempo, antes de lo que yo quiera. Quisiera que mis palabras fuesen más que solo tinta y caracteres digitales, quisiera ser más que solo nombre y tierra.

Espejos Paralelos

Somos seres de momentos, epocas que marcan nuestras vidas, nuestras decisiones. ¿Seriamos los mismos si hubiesemos nacido 10 años despues?, ¿tomariamos las mismas decisiones? y por sobre todo ¿seriamos en esencia la misma persona?. Viajar en la mente es fácil, te posicionas, lo sueñas, creas una vida paralela. Verse a un espejo y disminuir el paso del tiempo. ¿Será la misma música de hoy, la que en ese reflejo logre erizar los vellos de los brazo? cuantos mundos paralelos, cuantas vidas son impactadas con nuestro existir... Si en ese reflejo hubiese preferido una dirección un camino distinto, si a las personas con las cuales me rodeo no les hubiese dado importancia... ¿ese otro sería yo? el reflejo del espejo es traicionero... y mi imaginación juega con él. Si hubiese nacido diez años despues ¿Quien sería yo?. La respuesta es simple, porque soy la suma de las coincidencias de mi existencia, el respirar, el contacto con el aire, el ligero toque del viento... mi cuerpo en este mundo. Nunca otra existencia sería similar. El yo que hoy duda y escribe estas palabras, nunca podria ser igual. Pero el reflejo del espejo sigue tentando, sigue llamando a la prohibiciòn de considerar una existencia paralela, donde soy el mismo y a la vez desigual. un espacio similar, pero sin reglas, donde no se piensa en consecuencias. Donde no debo preocuparme por lo que esta bien o mal, sino lo que realmente puedo hacer por mi. Rara vez doy cuenta de la sonrisa que el reflejo de aquel espejo paralelo me arroja, se que detrás de él, ese otro yo es tentador, ese otro yo tomó un camino distinto. Ese otro yo tomó conciencia del momento, de la epoca y el lugar. Se subio a este tren impetuoso, rodeado de palabras, letras, música y soledad... pero no de la soledad individual, esta es compartida. En ese mismo tren, en ese mismo carro va una mujer joven de sonrisa escondida, y le mira de reojo, le mira con pasión ciega y pasión silente. Mi yo del espejo se sienta junto a ella, le toma la mano y se alejan... Se que él es feliz y el sabe que yo lo soy aquí, y no es raro que de vez en cuando el reflejo entre en mi vida y yo en la de él. Disfrutemos ambos de la vida del otro, y al despertar volvamos a nuestro respectivo lugar.